martes, 14 de octubre de 2008

ALUVIONES EN MENDOZA

El problema aluvional y las acequias.

Planteo Del problema.

La problemática aluvional es un tema que nos afecta mucho a los mendocinos, ya que Mendoza es una zona que favorece el asentamiento de dicho fenómeno natural debido a sus características y condiciones. La población precisa información acerca de dicha problemática, pero para esto es necesario una concientización general, para que las personas sepan cómo actuar en el caso de estar frente a un aluvión, y cómo prevenir de alguna manera esto, una de las tantas formas de hacerlo es cuidando nuestra ciudad, por ejemplo no contaminándola tirando papeles por doquier o bien respetando las normas establecidas por la Municipalidad. Es un tema al cual no se le da la importancia que merece y es justamente por la falta de conciencia, por eso es tan necesario que las personas recapaciten acerca de los ”aluviones”. Al igual que éstos, las acequias ocasionan daños y perturbaciones en los esquemas hídricos de la ciudad.

Fundamentación.

Elegimos esta problemática porque nos pareció muy importante dar a conocer los riesgos a los que se enfrenta la población mendocina, cuando un aluvión arrasa la ciudad. Lo más preocupante de esta situación es la falta de conciencia por parte de los habitantes de las zonas afectadas, como nombramos anteriormente, es necesario saber a qué nos podemos llegar a enfrentar, y para eso debemos estar preparados. Ocurre lo mismo con las acequias, las cuales se encuentran tapadas de basura, restos de hojas de árboles, etc., cuando éstas deberían permitir el libre paso de los cursos de agua para evitar justamente lo que sucede en la actualidad, inundaciones al momento de recibir agua de lluvias.

Objetivos.

· Conocer acerca de los aluviones en Mendoza.
· Concienciar acerca de los riesgos que ocasionan los aluviones.
· Informar al medio sobre la importancia de las acequias como colectores pluviales y aluvionales.

Concepto de aluvión.

Los aluviones son uno de los principales peligros geológicos que afectan a Mendoza. Pueden ser definidos como un flujo local y repentino o torrente, que cubre una zona reducida, de volumen relativamente grande y de corta duración. Los aluviones son ríos de rocas, tierra y otros elementos saturados de agua. Se desarrollan cuando el agua se acumula rápidamente en el suelo, a raíz de lluvia intensa o deshielos rápidos, convirtiendo el terreno en un río de barro. El barro puede fluir rápidamente por una ladera o quebradas y ataca con poco o sin aviso, a gran velocidad. El río de barro puede viajar muchos kilómetros desde su origen, aumentando de tamaño a medida que arrastra árboles, autos y otros elementos en el camino. Los aluviones generalmente se repiten en lugares donde ya han sucedido antes. Podemos decir que el riesgo aluvional abarca dos aspectos por un lado la amenaza y por otro lado la vulnerabilidad. Cuando hablamos de amenaza nos referimos exclusivamente al fenómeno natural, ya sea provocado por una lluvia intensa o, si estamos en el Río Mendoza, por una creciente (elevación súbita del nivel de las aguas en un cauce). Y al hablar de vulnerabilidad hay que tener en cuenta que si no hubiera gente viviendo en la zona no habría riesgos, resaltando en la base del Piedemonte hay una ciudad con un millón de habitantes.

Causas de la producción de aluviones.

Las afecciones en la ciudad de Mendoza por problemas originados en la precipitación pluvial (aluviones) se deben a:
- Tormentas estivales de gran intensidad y corta duración.
- La ubicación de la ciudad al pie de la cordillera – y parcialmente sobre el piedemonte- que son zonas de escurrimiento y/o recepción del agua precipitada más arriba.
- Un ecosistema muy alterado y degradado, ya sea por pérdida o disminución de la cobertura vegetal que protege los suelos, favorece la infiltración del agua, retarda el escurrimiento y aumenta la porosidad del suelo.
- La problemática ambiental consiste en: basurales a cielo abierto, extracción de áridos, tala excesiva de leñosas, cría de ganado porcino, asentamientos humanos no planificados (precarios o residenciales), pastoreo indiscriminado, incendios naturales e intencionales, demanda de suelo para la urbanización y barrios ubicados debajo de un dique de defensa aluvional.

Urbanización del piedemonte:

Respecto al manejo de las aguas en el Piedemonte existen en Mendoza dos posiciones teóricas diferentes. Una usada por los científicos y técnicos del IANIGLA CRICYT-Mendoza, sostiene que se deben ir creando pequeños diques en los incipientes cauces piedemontanos de manera de ir absorbiendo, progresivamente, el agua de la lluvia en la matriz de las cuencas piedemontanas y que esta no llegue, o llegue mínimamente al casco urbano.
La segunda posición la encarna, la Dirección de Hidráulica de la Provincia de Mendoza, y consiste en construir defensas aluvionales y diques derivadotes que vayan conduciendo las aguas pluviales hacia fuera del casco urbano, hacia las zonas tradicionalmente receptoras de las aguas sobrantes de riego y que anteriormente generaron las famosas ciénagas. El problema de esta postura es que al sistema desborda la capacidad receptora de los desagües aluvionales, sobre todo del canal zanjón en su doble condición de canal de riego y colector aluvional.
Las acequias urbanas se han constituido en el sistema de desagüe pluvial de la ciudad ante la falta de otro mejor previsto. A primera vista podría suponerse que el sistema hídrico existente podría suplir satisfactoriamente la falta de un sistema de desagüe pluvial de la ciudad, pero ello no es así.
En efecto ambos sistemas tienen lógicas diferentes y hasta contradictorias: la lógica del sistema hídrico de regadío artificial es de ir de mayor a menor, es decir, de portar en el origen un mayor caudal a ir descargando paulatinamente, el volumen de agua en el sistema de acequias primarias y secundarias, para finalmente diluirse en el territorio; mientras que el sistema ausente de desagüe pluvial debería ser de menor a mayor, es decir, debería ir adquiriendo mayo sección o mayor capacidad a medida que va bajando la pendiente para ir receptando progresivamente las aguas de lluvia, para finalizar en el cono de deyección con la mayor sección posible. Por ello el sistema de regadío se desborda cuando funciona como sistema de desagüe pluvial.
Por otro lado, la falta de mantenimiento y limpieza de las acequias urbanas, las que son tradicionalmente receptoras de basuras, hojas de los árboles, artículos en desuso, envases plásticos, etc., que taponan los cruces de las calles. Ello explica que toda la ciudad sea un caos en caso de un temporal de los que suelen azotar a la ciudad en época estival.
El piedemonte forma parte del área aluvional, y por esto, así como el riesgo sísmico, no debería avanzarse con ningún tipo de obras sin tomar importantes precauciones.
El problema aluvional fue surgiendo debido a la insuficiente capacidad de conducción con las que cuentan los canales mendocinos y las características peculiares del sistema de drenaje pluvial. Se debería poner énfasis en no afectar las relaciones de infiltración de agua, la de velocidad de escurrimiento y la capacidad de erosión de agua que escurre para que el nuevo asentamiento urbano no empeore el riesgo aluvional ya existente.
La urbanización implica una ocupación del territorio, modificación del paisaje y del flujo de materia y energía por ser una actividad humana, produciendo una alteración de la estructura y funciones del ecosistema:
· Fragmentación del hábitat.
· Cambios en la estructura y composición.
· Pérdida de sitios de alimentación, refugio, etc.
· Pérdida de la biodiversidad y degradación de suelos.
· Disminución de la capacidad de retener el agua en el suelo.
· Modificaciones en la relación lluvia-escorrentía.
· Degradación del ambiente.
· Aumento del riesgo aluvional.

Cuencas hidrográficas:

De todas las corrientes fluviales que sirven a la provincia, con excepción del río Malalhué, convergen o desaguan directa o indirectamente a la cuenca del Colorado que vierte al Atlántico.
De los ocho cursos fluviales más importantes que tienen origen el deshielo de Los Andes, dos desaguan directamente al Atlántico por el curso del Colorado; son estos los ríos Barrancas y Grande. Uno no posee desagüe: es el río Malalhué que al oponérsele al Naciente el sistema orográfico, vierte sus aguas en la planicie que en los mapas figura con el pomposo nombre de Lago Llancanelo. El río Las Tunas desagua al Tunuyán, y los cuatro restantes, Atuel, Diamante, Tunuyán Y Mendoza, vierten al Chaudileuvú, que también es una cuenca del Colorado.
Otro curso de atracción hidráulica lo constituye la hendidura formada por los arroyos Aguanda y Llaucha; la recorre el arroyo San Carlos, se la apropia el río Tunuyán, y luego sirve de cauce al río Mendoza hasta ir a perderse en la zona lacustre de Huanacache. Este caprichoso curso contraría la regla de los declives dominantes; pero al llegar a Huanacache cede al fin.
Al parecer esta hendidura, se debe al motivo tectónico de Los Andes e su proceso de elevación. El curso del Chaudileuvú, que corre del Norte a Sur, se inicia deslindando las provincias de San Juan y La Rioja, con el nombre del río Bermejo.

Cabe destacar que es necesario realizar acciones de Intervenciones Intensivas, que son obras para controlar y corregir la erosión (Trampas de agua, Diques de gaviones, Aterrazado); y también se planean acciones de Intervenciones Extensivas (mejoramiento del hábitat, educación ambiental, entre otros).

Trampas de agua:

Las trampas de agua consisten en un pequeño bordo o dique de tierra de mediana altura, que se ubica transversalmente en los cauces, reteniendo el escurrimiento y sedimentos.
Se la coloca donde se genera la mayor producción de sedimentos en la cuenca, es decir, en los primeros 1000 m. de cauces primarios y secundarios.
La segmentación del cauce, hace que cada trampa y su superficie de aporte, actúe con un sistema independiente.
La construcción se realiza con topadoras y se aprovecha el material del sitio en donde se coloca.
El mejoramiento del hábitat consiste en la forestación y sembrado de especies nativas, manejo del pastoreo, uso temporario de estructuras ratifícales (como nidos), la cría de especies nativas y el redoblamiento, entre otros.

Diques de gaviones:

Se colocan transversalmente en el cause y están compuestos por elementos de alambres tejidos y rellenos de piedras.
La ventaja de usar estas estructuras es porque poseen flexibilidad por lo que permite soportar asentamientos diferenciales en su fundación; también son económicos y no necesitan de mano de obra calificada.
Su función es retener los acarreos y en caso de que se rompan las trampas ubicadas aguas arriba, otorga la protección necesaria soportando el flujo de barro que genera el colapso de las trampas.
Otra de sus funciones es establecer un proceso continuo entre cambios que elimine el origen de disturbios y alcanzar una pendiente de compensación en los cauces tratados.

Es necesario aumentar el número de obras o construir obras mayores, ya que es necesario en cualquier acción de corrosión de torrente.

El sistema de acequias y canales como patrimonio cultural.

La Mendoza de las acequias, resultado de un desarrollo histórico particular y exclusivo, ha devenido, con el transcurrir de los años, en u modelo urbano e hídrico exitoso. De allí que el ancho de sus calles, la existencia de acequias callejeras que bordean sus veredas, la existencia de árboles de hojas caducas flaqueando sus calzadas, nos han servido de orientación para la propia expansión de la ciudad sobre el suburbio agrícola.
El sistema hídrico mendocino de canales y acequias no solo constituye el soporte de un sistema productivo si también de verse como un patrimonio cultural cabiéndole en esa categoría todos los recaudos y necesidades de los bienes culturales de una comunidad.
Como todo lo que tiene que ver con el patrimonio cultura, las acequias, canales y zanjones de Mendoza son el soporte de una identidad ambiental de Mendoza. Para la información que disponemos, Mendoza sería un caso único de ciudad con acequias callejeras a parte del sistema de acequias rurales (las cuales sí existen en otros lugares del mundo).
Las acequias mendocinas, sobre todo, y la arboleda callejera que le es complementaria por su carácter excepcional y la necesidad de protegerla como un Bien Cultural de toda la comunidad internacional. Mendoza podría ser “la ciudad argentina” patrimonio cultural de la humanidad, precisamente por sus acequias, su milenario sistema hídrico y el ecosistema que conforman.

Conclusión.
A lo largo del informe hemos podido ver muchos cambios a través de la historia desde malas decisiones en la gestión en la construcción de la ciudad. Nos bastó saber que los aluviones eran un peligro geológico para la provincia de Mendoza.
Podemos decir que el riesgo aluvional abarca dos aspectos por un lado la amenaza y por otro lado la vulnerabilidad. Si nos referimos al primero hacemos hincapié en el fenómeno natural exclusivamente sea este provocado por una lluvia intensa o por una creciente. Por otro lado al hablar de vulnerabilidad hay que tener en cuenta que si no hubiera gente viviendo en la zona no habría riesgos. Podemos citar muchos ejemplos sobre grupos poblacionales ubicados por negligencia de algunas personas, como el asentamiento de aproximadamente un millón de personas en al Piedemonte. La vulnerabilidad es factor determinante porque muchas personas quedan propensas a este tipo de catástrofes por ser el tema tratado, pero con toda tranquilidad podemos mencionar tragedias como son los terremotos, dejando ambas como resultado muchas víctimas que pierden el 100% de sus propiedades, quedando ocultas sus vidas bajo los escombros y restos que arrastra la naturaleza.
La naturaleza es un factor que escapa a las probabilidades e investigaciones para prevenirlos, aunque la tecnología ha avanzado a pasos agigantados y cada vez a una velocidad astronómica, no ha sido suficiente la mayoría de las veces. Lo que resta por hacer es tratar de disminuir los daños previniendo generar condiciones de peligro además de las que ya ocasiona el aluvión por sí mismo.
Con respecto a nuestro tema en particular, las acequias, podemos asegurar que sí se han cometido errores con urbanización que ha fomentado la expansión de los negocios consiguiendo taparlas provocando que se conviertan enfoco de suciedad y que sea realmente difícil limpiarlas, sin dejar de lado que las personas aparentemente encuentran muy complicado tirar la basura en los cestos donde corresponde, por lo tanto desechan los residuos en el suelo o el las acequias entaponándolas y cuando haya una lluvia de gran magnitud o un aluvión estas no cumplan con su verdadera función de escurrir el agua evitando inundaciones alivianando los daños que se pudieran producir.
Con respecto a la generalización con la República de Chile en el proyecto de integración con Argentina, "Análisis Comparado de Asentamientos Urbanos en Áreas de Riesgo Aluvional y su impacto Socioeconómico en las ciudades de Mendoza y Santiago" con proyecciones en otras ciudades latinoamericanas que sufren desastres por esta misma causa., surgió con la necesidad y preocupación común entre académicos de las unidades de Geografía de ambas universidades quienes han establecido una activa agenda de cooperación, ya que ambas ciudades han sido afectadas en el pasado por aluviones que generaron graves desastres, así como también, debido a que es un fenómeno natural recurrente en las regiones de montañas jóvenes como es el caso de Los Andes, donde el clima Templado-Mediterráneo que se da en estos lugares favorece esta clase de procesos naturales.
Estos hechos plantearon una problemática interdisciplinaria compleja y común a ambos países, en cuyo análisis se han incorporado variables geográficas, otrora ausentes en la evaluación de estos procesos naturales y su consecuencia.